07 febrero 2015

EL MAR DE CAMPOS

Sin duda alguna, una de las maneras más didácticas para conocer a fondo cualquier tema, son las excursiones, las visitas a lugares dónde profesionales y entendidos en la materia nos explican sus conocimientos
En una de las excursiones realizadas por el C.P.I.F.P Lorenzo Milani, dentro del Grado Medio de Trabajos Forestales y Conservación del Medio Natural que este servidor cursa, visitamos por una parte el Vivero de Sanidad Forestal de Calabazanos perteneciente a la Junta de CyL, donde nos explicaron la gestión del vivero, y los estudios que realizaban en sus instalaciones, como por ejemplo, buscar un olmo (Ulmus minor) resistente a la grafiosis, estudios morfológicos y moleculares del nemátodo de la madera del pino y del hongo Fusarium, entre otros. 
Una vez visitado dicho vivero,  visitamos La Laguna de la Nava, en la provincia palentina.

Poco a poco, el entramado complejo industrial de los polígonos, que veía desde el autobús, iba desapareciendo para dejar paso a los llanos campos de labor. La estepa cerealista que aún dormita helada, parece un medio aparentemente yermo, pero que en sus ondulaciones y suaves vaguadas esconde multitud de secretos alados.

Nada más llegar a Becerril de Campos, desde el propio autobús pasamos por delante de un viejo palomar en el que otea un Mochuelo común (Athene noctua) en busca de alguna pequeña presa que llevarse a la boca en estos fríos días de invierno, en los que la estepa es un hábitat difícil para todos los seres que habitan en el. Seguimos adelante, hacia Fuentes de Nava, otro de los pueblos castellanos cuyos habitantes han pasado aquí grandes y fríos inviernos, calurosos veranos, y que han sido testigos de la llegada de miles de ánsares comunes (Anser anser), de la llegada de miles de anátidas con los severos fríos del invierno. 





Precisamente, mientras nos dirigiamos al Centro de Interpretación de la Laguna de la Nava, observamos miles de bandadas de gansos que entran a los campos de cereal a alimentarse. En el interior de la laguna recuperada que hace más de 50 años se denominaba el Mar de Campos debido a su extensión, se agolpan cientos de fochas comunes (Fulica atra), ánades reales (Anas platyrynchos), patos cuchara (Anas clypeata), porrones comunes (Aythya  ferina) y 4 cisnes vulgares (Cygnus olor) entre otros.
Pero a mi me fascinaban, las bandadas en forma de V de los gansos que se alzaban en el cielo, con sus graznidos desde la laguna hasta los campos aledaños. Una vez asentados los grandes grupos en sus áreas de alimentación era  el momento para buscar "rarezas" y ejemplares anillados, que en esta especie se marcan mediante collares alfa númericos de colores. Conseguimos localizar a un ejemplar de Ánsar común con collar amarillo procedente de Alemania, como nos explicaron con anterioridad en el centro de interpretación. 

Llegó la hora de la comida, y entonces me separé de mis compañeros de clase para intentar localizar algún ejemplar de Ánsar careto grande (Anser albifrons) o alguna Barnacla Cariblanca (Branta leucopsis) entre los miles de Ánsares comunes. 
Después de revisar el grande grupo de aves que tenía a más o menos medio kilometro de distancia, encontré en primer lugar un grupo de 6 Ánsares caretos grandes y posteriormente, en otra parte del bando, un grupito de 6 Barnaclas cariblancas.

Barnaclas cariblacas ( dorsos blancos con pechera negra)






Bando de Ánsares caretos grandes (Patas anaranjadas, bandas negras en el vientre y mancha blanca alrededor del pico)





Para terminar, os dejo esta bonita fotografía de la estampa que tantas y tantas veces los castellanos de estas tierras han observado en su entorno en la época invernal.