13 noviembre 2013

REENCUENTROS CON UNA VIEJA AMIGA ( 2ª Parte de mi viaje por el reino del pulpo)

Como os comenté en la entrada anterior, las observaciones más interesantes se sucedieron durante la mañana y parte de la tarde en la zona de la Playa América y de Baiona. Nada más llegar, me vino a saludar una vieja amiga, la gaviota  con anilla 439M, que lucía a difererencia de la otra ocasión un plumaje adulto.

Comparación del mismo ejemplar, pasado algo más de un año.



Éste ejemplar proviene del CRFS de Cotorredondo en Pontevedra. Además de reencontrarme con este ejemplar, pude observar a dos preciosas gaviotas cabecinegras, una de ellas portaba anilla de PVC roja con dígitos blancos y anilla metálica, pero me fue imposible leerla.

En la siguiente foto, se pueden apreciar las diferencias entre la Gaviota cabecinegra y la Gaviota reidora  (ambas en plumaje invernal)

Si os fijáis en el ave más cercana, la reidora, podréis observar que la punta de las plumas de vuelo son negras a diferencia de los de la cabecinegra de detrás. La mancha oscura facial  que ambas especies tienen en la cabeza, es diferente, siendo más localizada la de la reidora. Además, el color del pico y de las patas es de un rojo más oscuro en la cabecinegra. Ambas especies son de un tamaño parecido, siendo algo mayor la segunda. 

El otro ejemplar de cabecinegra, estaba más alejado y en la siguiente foto se puede apreciar de nuevo una de las características más llamativas para no confundirla con la gaviota reidora.


Por último, la mayor sorpresa fue la presencia de un individuo joven de Alcatraz  que estuvo presente toda la jornada, y que me deleitó con sus picados en busca de suculentos peces que llevarse al buche. Os muestro algunas de las lejanas fotos que puede hacerle. 



Y por último, para terminar os dejo con el vuelo rasante de esta preciosa gaviota.


Espero que mi pequeña excursión por tierras celtas os haya gustado a todos los que leéis, seguís y comentáis el blog. 

Muchas gracias o como dirían por la terra galega Moitas grazas



10 noviembre 2013

ENTRE MEIGAS, AGUA, Y PULPO

Supongo que los lectores de este blog, habrán adivinado el argumento de esta entrada, gracias al título de la misma. Aprovechando el puente de todos los Santos, y por motivos familiares, he podido disfrutar del encanto de Galicia. Su verdor, sus lluvias, su temperatura, su gastronomía y lo más importante de esta entrada, su naturaleza.

En esta ocasión, pude recordar algunas de las anécdotas de un viaje muy parecido que hice a la zona, el año pasado. Para ver dicha entrada pulsa AQUÍ.
Pasando por la llanura castellana, intrincándose en lo más profundo de los alrededores de Puebla de Sanabria y llegando hasta las rías gallegas, nos acompaño un espíritu con un matiz fantasmagórico, debido a la niebla, brumas y constantes lluvias que tuvimos en el viaje de ida. Durante los dos primeros días prácticamente no dejo de llover, por lo cuál, fue casi imposible escaparse para observar alguna especie y mucho menos fotografiarla. Sin embargo en el último día, las brumas y las precipitaciones dieron una tregua, y dejaron lucir radiante a Lorenzo.

Las importantes precipitaciones hacían que los ríos Sar y Umia, bajarán con mucha corriente e incluso rozarán el desbordamiento en alguno de sus tramos. Ambos ríos discurren cerca de los dos hoteles en los que nos hospedamos.

Detalle de las precipitaciones y de las brumas.




Las primeras observaciones interesantes que pude hacer fueron en la playa de la Lanzada. Además de los limícolas y anátidas que se encontraban repartidas por las orillas de la ría cercana, observé lo que creo que es un precioso buitrón, puesto que es la primera vez que lo veo tan fugazmente  y varias tarabillas comunes, ambos vigilados por el cernícalo vulgar que aguardaba un descuido en su posadero. De especies límicolas pude observar dos zarapitos reales, un grupito de agujas colinegras, y chorlitejo grande y chico correteando en busca de comida por las orillas. De anátidas, azulones, silbones, cucharas, cercetas y algún rabudo.

Buitón
 Tarabilla común

Playa de la Lanzada


Y el resto de las observaciones interesantes se sucedieron en el otro hotel, en Caldas de Reis, dónde pude observar de nuevo y en la misma zona a varios ejemplares de arrendajo común y al mirlo acuático. Además lo mejor de la escapada a la terra galega, sucedió en el entorno de la Playa América y Bayona. Allí me reencontré con una vieja amiga, que lucía junto a otros dos ejemplares de gaviota cabecinegra sus anillas. Pero eso será tema y argumento para una segunda parte de esta pequeña escapada.


UN SALUDO Y MUCHAS GRACIAS