¿Tenemos alguna especie de ibis salvaje que habite nuestro continente? ¿No son los ibis, únicos del continente africano, americano y asiático? Pues no sólo en los llanos venezolanos se observan rojos Ibis escarlata o corocoros, no sólo en las bastas sabanas africanas se observan los Ibis sagrados. En Europa contamos con una especie silvestre de la familia de los ibis, de colores menos llamativos que el rojo carmín del Ibis escarlata. Es este un ave accidental, una rareza en el centro y la mitad norte peninsular, no siendo así en el sur, dónde en Doñana existe la mayor colonia de cría de España. Nos referimos al raro pero a la vez llamativo Morito común (Plegadis falcinellus).
Son estas aves viajeras, sin tener relación con la familia de las limícolas, con sus adaptaciones morfológicas que les dotan de una manera similar de alimentarse a citada familia, y muy similar a todas las demás aves de su propia familia, las zancudas. Sus rasgos, si observamos al ave desde lejos luce un plumaje oscuro, prácticamente negro, en el que el pico largo y curvo hacia abajo se hace patente. Si observamos al ave veremos que el oscuro plumaje en realidad muestra unas bonitas irisaciones dependiendo de la incidencia de los rayos del sol, y así los brillos pueden ser morados y verdosos.
Como decía, no son nada comunes en esta zona de nuestra península, y en Salamanca sólo se recogen otras tres citas, dos de ellas producidas en el Azud de Riolobos, protagonizadas por un único ejemplar en los citados casos. En este mes de Agosto y los inicios de Septiembre, se conoce un aumento del número de citas así como el de ejemplares que nos visitan. En estos dos meses, se han registrado primeramente un grupo de 2 moritos comunes el día 27/08 aumentando la cifra paulatinamente hasta 4 individuos el día 29/08, 13 ejemplares el día 1/09 y un total de 16 el día 2/09 que a día de hoy continúan en el Azud de Riolobos, lugar dónde se han tenido todos estos registros de dicha rareza local. El mismo día se localiza un total de otros 9 individuos más en otro punto de la provincia salmantina, de un total de un grupo compuesto por 20 individuos.
13 individuos (1/09)
A menudo se asocian con garzas, y en estas fotografías con un bando mixto de agujas colinegras y combatientes.
Dos individuos en vuelo.
Morito alimentándose en busca de ortópteros, al fondo descasan dos espátulas.
Bando mixto de limicolas (combatientes y agujas entre otros) con tres moritos comunes.
Si la observación del único ibis silvestre que se da de forma natural en Europa en un lugar atípico para la especie no es digno para realizar una gestión digna y constante de este lugar rico en biodiversidad pero pobre en agua, el que esto escribe no se imagina que tendrá que venir y recalar en el azud para que las administraciones competentes hagan su trabajo y se dignen al menos, a mantener la lámina haciendo llenados parciales año tras año.
Junto a estos bellos moritos, junto a tantos y tantos limícolas, anátidas, tuve el placer y la oportunidad de ver a una de las rapaces ibéricas cuya adaptación ha permitido quizá ser una de las rapaces más bellas, pero también más impresionantes por la forma de capturar la alimentación de la que se nutre. No es el rápido y fugaz Halcón peregrino, del cuál también se han localizado dos ejemplares cazando en las orillas de este lugar. Su mirada de ojos amarillos cubierta por un antifaz pardo, su pico ganchudo, su cresta de bellas y blancas plumas y sus puntiagudas y curvadas garras, le dan un aire algo fantasmagórico a la bella Águila Pescadora.
En las dos fotografías en vuelo se observa la captura de una carpa entre sus garras.
Una vez conseguido el desayuno, es hora del reposo.
Para despedir esta segunda parte de las aves viajeras pues tanto los moritos como la pescadora son viajeros de altos vuelos, os dejo con un gran bando de aves viajeras. Hasta la próxima entrega de las aves viajeras!!
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