Los pueblos, las tierras, las dehesas, y la gente de los campos, una vez más escuchan el familiar trompeteo de las grullas comunes, acompañado en muchas ocasiones por escuadras en V de otros plus marquistas de la migración que son los gansos. Bandadas más o menos importantes de grullas comienzan a recalar en las dehesas, en busca de las nutritivas bellotas, que les servirán para recuperar el esfuerzo llevado durante la travesía desde sus zonas de reproducción, en el norte de Europa. Algo similar al mismo tiempo, ocurre en los humedales de nuestra geografía que acogen cantidad de anátidas y bandos de ánsares comunes con algún "infiltrado" de otra especie menos común, como los ánsares campestres, caretos o alguna barnacla.
Plus marquistas, atletas alados, viajeros, que migran, después de haber realizado la reproducción, hasta sus cuarteles de invernada, situados en el sur de Europa. Cientos y cientos, miles de grullas, miles de ánsares vuelan en estos días hasta nuestra península. Cansados por el esfuerzo del viaje, repostan el combustible en pequeños humedales y zonas de alimentación, que encuentran en su travesía. Las primeras escuadras de grullas y gansos, generalmente constituidas por ejemplares adultos con algún joven del año en sus filas, pasarán aquí gran parte o la totalidad del invierno, alimentándose y cogiendo fuerzas para el vuelo de vuelta, a finales del invierno, dónde iniciarán de nuevo la reproducción.
Pareja de grullas en una zona adehesada. Zona típica de invernada para la especie.
Sus inconfundibles y sonoros trompeteos junto con la formación en V las hacen fáciles de distinguir.
Junto a estas grandes y pesadas voladoras, que indican el comienzo del otoño y la estación invernal, encontramos a multitud de avecillas y pequeños pájaros que migran en la misma época y como citaba anteriormente, algún "asociado" a los bandos de los anseriformes. En este caso, se trata de un bonito Ánsar Careto Grande, el que infiltrado en una gran bandada mixta compuesta por Ánsar común, Ánade real, Pato cuchara y Cerceta común, ha iniciado la migración hasta llegar a las aguas salmantinas.
El ave de mayor tamaño, en el centro de la imagen. Sus bandas negras en la zona ventral, y su adorno blanco a modo de careta en el pico son aspectos importantes para distinguir a la especie del Ánsar común. (Pincha en la imagen para verla en mayor tamaño)
Sus patas de tono anaranjado y el pico rosado son otro de los aspectos a tener en cuenta. En esta imagen realizada en el humedal de la Nava, en Palencia se aprecian bien los diversos factores para su identificación.
Sin duda alguna, tenemos o deberíamos tener el placer, el orgullo y la satisfacción, que uno siente cuando observa estas bandadas, de que tengamos la suerte de que aves que se hacen una larga travesía por los cielos de medio mundo vengan a las aguas, a las dehesas y a los cielos de nuestra península, adornándolos con sus graznidos y trompeteos, con sus formaciones en V y formando parte de esas bellas postales y momentos invernales que tenemos el lujo de observar y la obligación de conservar.
Efictavamente, ya están aquí. Buen reportaje. Un saludo
ResponderEliminarYa han llegado, muy temprano, teniendo el cuenta el año. Muchas gracias. Un saludo, Gonzalo Criado.
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