Nada más llegar colocamos 12 trampas de lazos, en el vaso de vertidos, y otras 5 en el Callejón. Más tarde colocamos la red de tiro en el mismo sitio que la semana pasada. La cebamos con abundante cebo, y este que escribe se metió en el hide a esperar. Mientras colocábamos la red, la gran mayoría de las gaviotas ya estaban comiendo y sobrevolando las trampas que habíamos colocado; resultado dos juveniles de sombrías.
Mientras los compañeros, anillaban a las dos sombrías, en la red y sus alrededores ya había movimiento.
Sombría comiendo en la zona de la red.
Reidora en vuelo.
Sombría en vuelo
También estaban por la zona, diversos pajarillos, milanos reales, una pareja de aguiluchos laguneros, y la pareja de cernícalos vulgares.
Con no menos de 50 aves posadas en los alrededores de la red, y unas 20 gaviotas, varios tordos, y 3 garcillas, y cada vez bajaban más aves, accioné el mando a distancia, y no funciona, la red no se abre. Lo intento otras 10 veces más y nada. Con un cabreo de mil demonios, Miguel y yo vamos a ver que pasa, y la batería no funciona correctamente.
Mientras tanto, los demás del grupo, Gonzalo, Vicente, y Víctor Salvador, y Miguel suben al vaso de vertidos. Con una gran decepción, llegan y plasss, 8 gaviotas, 7 de ellas sombrías y una reidora.
Uno de los aguiluchos laguneros.
Las gaviotas.
El 2º invierno de gaviota sombría.
Por último, las gaviotas se posaron en un tejado de una nave, y los compañeros pudieron leer varias anillas, de las que informaré más adelante.
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